La roya amarilla es una enfermedad fúngica que seca la planta y el grano reduciendo el rendimiento de la producción Afecta fundamentalmente al trigo, aunque también puede afectar a la cebada, el centeno y el triticale. Hasta 2011, cuando el gen mutó desde Alemania y países escandinavos adaptándose a zonas más templadas como la española venciendo en muchos casos los genes de resistencia, la roya amarilla no era un problema.
Se caracteriza por poseer un carácter explosivo y de rápida expansión. Por su rápida transmisión por el aire, es necesaria una detección temprana para impedir los graves daños que puede causar en la cosecha. Para hacer frente a este hongo se recomienda hacer un seguimiento de la enfermedad en campo, tomando las medidas agrícolas adecuadas, tanto culturales como químicas, para prevenir en lo posible su desarrollo.
El caldo de cultivo óptimo de este hongo se encuentra con un cierto nivel de humedad y temperaturas entre los spiete y quince grados. Por la climatología actual de lluvias y humedad elevada se recomienda mantener las parcelas protegidas con aplicaciones fungicidas preventivas, y realizando una vigilancia exhaustiva para una detección temprana con el fin de impedir sus efectos. Los tratamientos disponibles en la actualidad hacen posible un control adecuado y sostenible desde el punto de vista económico.
Desde Kenogard, ponemos a disposición de nuestros clientes tres alternativas adecuadas para el control de roya amarilla y otras enfermedades del cereal, ofreciendo la solución que mejor se adapte a los niveles de riesgo y los rendimientos esperados del cultivo. Tango Modem Pack ofrece una eficacia excelente con la combinación de un triazol y una estrobilurina, maximizando la eficacia y reduciendo el riesgo de aparición de resistencias; Sakura con la nueva sustancia activa Bromuconazol que aporta una buena persistencia y mayor protección contra enfermedades y Ulysses , nuestro tebuconazol flow, que asegura una total selectividad sobre el cultivo.
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